jueves, 24 de enero de 2013

El Ranelato de Estroncio en la osteoartrosis: ¿Una nueva indicación para un viejo osteoformador?

NOTA DEL AUTOR DEL BLOG: Conviene leer la entrada: Alerta sobre el uso de ranelato de estroncio, publicada el 16 ENE 2014.

Reginster y colaboradores han publicado este mes un estudio doble ciego, randomizado en el que ponen a prueba al Ranelato de Estroncio (RdE) en pacientes con osteoartritis de rodilla. El artículo, de acceso libre, ha merecido la dedicatoria del editorial de la misma edición del Annals of Rheumatic Diseases.

El estudio reclutó a más de 1371 pacientes, que fueron randomizados a RdE 1g/d, 2g/d o placebo (558, 566 y 559 respectivamente). El objetivo del estudio fue el de comparar los cambios radiológicos a nivel del grosor del espacio articular. Todos los pacientes presentaban un grado de osteoartritis Kellgren y Lawrence 2 o 3.

El resultado más llamativo del estudio es precisamente la reducción en la pérdida de la altura del cartílago: 1g/d -0,23 mm; 2g/d -0.27; placebo -0,37 mm. Un resultado secundario por la modificación de la puntuación de WOMAC. Otros resultados menos llamativos y de hecho no favorables al RdE fueron la función física (subpuntaje de WOMAC) y la intensidad del dolor (subpuntaje de WOMAC). 

El aspecto de los eventos adversos merece un revisión en detalle. La trombosis venosa profunda (TVP) se presentó en 5 pacientes que recibieron RdE (0.45%) mientras que en 1 del grupo placebo (0.2%). Esto representa un incremento del riesgo de un poco más del 100%. Un incremento sólo un tanto menor es el que se produce en el riesgo de embolismo pulmonar. Finalmente tenemos que otros eventos adversos menos relevantes se presentaron con una clínicamente significativa prevalencia: Diarrea 6% u 8%, náuseas 4% y 4%, vómitos 2% y 2%, eczema local 0.9% y 2% (1g/d y 2g/d, respectivamente).

Otro detalle a tener en cuenta es el éxito de la randomización sistemática en la que se ha conseguido una satisfactoria homogenización de la edad de pacientes, su perfil Kellgren y Lawrence, el índice de masa corporal y los resultados de la exploración clínica.

Con todo esto a mano nos podríamos plantear la siguiente pregunta: Aceptando que el uso de RdE reduce la pérdida de altura de cartílago, ¿Qué interpretación podemos dar a que la dosis mayor se asocie a una menor pérdida de altura? Si atendemos a las respectivas desviaciones estándar: 0.56 y 0.63 (1g y 2g respectivamente), los intervalos se superponen de modo que la interpretación se resume en que a partir de 1g se alcanza una reducción significativa de la pérdida de cartílago respecto del placebo. Otra valoración que requiere apreciación es la de los eventos adversos, escencialmente los relacionados con los fenómenos trombóticos. ¿Justifica una reducción de la pérdida de cartílago, que por otro lado no parece afectar el subpuntaje de dolor del WOMAC, el incremento de riesgo de episodios trombóticos periféricos y pulmonares?.

Estamos seguros que la corriente de investigación alrededor del RdE tendrá un flujo intenso de publicaciones a partir de esta y probablemente podamos responder estas interrogantes a mediano plazo.

Referencia

  • Jean-Yves Reginster, Janusz Badurski, Nicholas Bellamy, William Bensen, Roland Chapurlat5 Xavier Chevalier, Claus Christiansen, Harry Genant, Federico Navarro, Evgeny Nasonov, Philip N Sambrook, Timothy D Spector, Cyrus Cooper. Efficacy and safety of strontium ranelate in the treatment of knee osteoarthritis: results of a double-blind, randomised placebo-controlled trial. Ann Rheum Dis. 2013;72:179–186.

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